Yo vivo en un pueblito pequeño, cerca de una montaña de la cual se cuentan muchas historias. Como que en la montaña vive un señor que tiene más de 200 años y que tiene poderes, pero también dicen que en el camino a su choza dependiendo de las intenciones que tengas para ir a verlo se te van presentando algunos obstáculos y nunca regresas.
Todo esto lo dicen las personas mayores del pueblo, pero la realidad es que nunca he conocido a nadie que se haya atrevido a subir a ver al “famoso señor” hasta que llego el cumpleaños de mi hermano numero 21.
El 24 de julio del año pasas mi hermano cumplía 21 años, a esa edad en el pueblo ya se les considera como hombres capaces de casarse y mantener una familia pero para ello tiene que demostrar que es así. Todos hacen cosas diferentes, como quedarse en las faldas de la montaña toda una semana sin ningún tipo de ayuda, matan algún animal en el bosque como un oso, lobo o alguno valioso para la familia de la novia o pagan alguna dote por la novia etc.… Pero la prueba máxima de amor para todas las mujeres de ahí es que su novio vaya y busque al señor de la montaña para que bendiga su matrimonio y sean felices y prósperos por siempre, pero nunca nadie ha hecho eso por lo peligroso que podría llegar a ser.
Mi hermano se enamoro de Hade una muchacha muy linda y querida por muchos del pueblo, ella de igual manera estaba enamorada de León, pero la familia de Hade era de las más adineradas del pueblo y a mi hermano no lo consideraban bueno para ella. El día que fue a pedir la mano de Hade su papá le dijo que si quería ser esposo de su hija y para que el considerada digno tenía que subir a la montaña y conseguir la bendición del señor de las montañas, sino nunca iba a dejar que se casara con ella.
León dijo que sí, que él podía hacer eso y más por ella así que ese mismo día emprendió su viaje a la cabaña del señor de la montaña. En mi casa todos estábamos preocupados por el, mi madre lloraba con mucho dolor porque sabía que su hijo nunca iba a regresar si iba ahí, entonces le rogaba que no lo hiciera pero él se negó, mi padre le pedía lo mismo que podían pagar la dote, o ir a cazar algo o que se quedara en la montaña pero que no fuera porque nunca iba a regresar con vida como contaban los mayores del pueblo, pero se reusó a escuchar y se marcho. Todos en casa nos quedamos muy preocupados, incluyendo a Hade pero solo nos restaba esperar y pedirle a dios que regresara sano y salvo.
Pasando más de una semana, Hade ya no podía con la angustia y decidió ir a buscarlo, yo no podía dejarla ir sola y también quería ver que había pasado con mi hermano así que decidí ir con ella. Cuando se enteraron de lo que queríamos hacer nos amenazaron con desheredarnos y castigarnos de por vida, pero no nos importo y en la noche cuando todos dormían nos fuimos hacia la casa del señor de la montaña.
Las dos íbamos aterradas, no teníamos idea de a que nos íbamos a enfrentar pero teníamos en mente que teníamos que saber que había pasado con León. Caminamos toda la noche sin darnos cuenta, el tiempo se nos paso tan rápido que cuando vimos ya estaba amaneciendo. Paramos para comer algo y descansar pero después seguimos nuestro camino. Las dos íbamos muy a la defensiva y con los sentidos al cien por ciento, nos encontramos con lugares hermosos. Había un manantial donde el agua era transparente y se podían ver los peces que había en el, también pasamos por un lugar donde estaba llenos de flores y arboles hermosos que ninguna de las dos había visto en si vida y de igual manera había muchos animales. Seguimos caminando por horas pero el viaje nunca se nos hizo pesado y cuando nos dimos cuenta, ya estábamos en la famosa cabaña y un señor chaparrito, moreno, como de unos 40 o 45 años esperándonos en la puerta de su casa. Las dos estábamos aterradas pero al mismo tiempo nos transmitió tanta paz que caminamos hacia el sin notarlo. Cuando llegamos con el su primera frase fue “ AMOR” a eso me refería.
Ninguna entendía de que hablaba pero nos invito a pasar y sin pensarlo entramos a la cabaña, y ahí estaba León esperando por Hade. Se volteo al escuchar que entramos y de inmediato se lanzo a Hade, la abrazo y la beso con tanto amor que no podría describir con palabras lo que me transmitieron. Nos sentamos y León nos explico lo que había pasado el porqué no regresaba, y es porque dice que para que el señor de la montaña bendiga su matrimonio ella también tiene que estar presente y que de todos los que llegan a verlos ninguna de las novias después de los siete días vienen a búscalos y eso quiere decir para el que no se aman y no deben estar juntos. Por tal razón nunca regresan al pueblo, el los convence de que se vayan a otro lado a hacer su vida pero que no regresen al pueblo a sufrir de amor.
El señor lo interrumpió y dijo, si así es, pero es que el amor no solo se dice tenerlo, se demuestra en la compasión, comprensión, la preocupación por tu pareja, etc. Nos quedamos ahí a tomar el té con él y tal y como dijo la historia los bendijo pero no utilizo ninguna clase de talismán o piedra preciosa o magia, simplemente les dijo que después de esta demostración de amor ellos no necesitaban ninguna clase hechizo, el amor es la fuerza mas mística que puede crear el hombre.
De regreso al pueblo, todos se quedaron asombrados por nuestra llegada pero prometimos no decir nada a nadie de lo qua había pasado, entonces empezaron a hacerse rumores e historias de lo que pudo haber pasada. Pero solo serán eso historias y mitos ya que nadie se puede enterar.
Mi hermano y Hade se casaron y tal y como lo predijo el señor vivieron muy felices toda su vida, con problemas de pareja como todos pero siempre lo han resuelto juntos.